En nombre de mis nativos muertos,
y sus tejidos sin acabar en un rincón;
en nombre de mis negros abusados,
arrancados y empobrecidos;
y en nombre de las madres, cuyos senos
dejó goteando al viento
el grito nefasto del caudillo;
En nombre de los profesionales
que se graduaron en el cielo;
En nombre de Víctor Jara,
En nombre de los cabecevacas
que como en la peor égida
recibieron el golpe del cazador Orión;
En nombre de mis selvas
que manan cántaros de sangre verde y roja;
En nombre de mis jóvenes caídos
y mis mujeres desgarradas;
En nombre de esta sangre mestiza
que corre por mis venas
en nombre de mi piel blancuzca,
mi ardor de negro
y mi corazón nativo,
En nombre de Cuauhtémoc y Tupac
En nombre del llanto de mis bananeras
y el angustioso grito de las niñas;
En nombre de los dioses de Cuzco,
con la bendición de la Guadaupana
y en nombre de mi Babalú Ayé;
Yo la expulso,
Moral, simbólica, místicamente
yo la expulso y la reprendo.
¡Fuera!
¡Fuera!
¡Fuera!
¡Vuelva a su patria, Salud Hernández Mora!
Búsquese un lugar bonito en el mediterráneo,
y siéntese a esperar la muerte lejos de mi Tierra.